sábado, 15 de enero de 2011

HISTORIAS DE LA AGRUPACIÓN MUSICAL ABANILLENSE

Las Cosicas de Abanilla. 22- agosto -2009
Coordinan: Ángel Esteve Ruiz y Eugenio Marco Tristán
Presenta: Ángel Esteve Ruiz
Equipo Técnico: M. Martínez Lozano, R. Rocamora Marco y V. Esteve Alonso.



Ángel.- Buenas noches. Bienvenidos y bien llegados a esta segunda edición de “Las Cosicas de Abanilla”. El año pasado fue con las historias del Cine de Bernardina Carrión y éste será sobre “La Agrupación Musical Abanillense”. Para ello tenemos aquí a un nutrido grupo de esas personas que han hecho la historia de la Agrupación.
            Este pasodoble que está sonando me aficionó a ser curioso para querer saber el  por qué de los títulos. Se estrenó el año 1933 en Jaén. Compositor: Emilio Cebrián Ruiz. El título iba a ser "Rafaelita González". Rafaelita González era hija de un concejal de Jaén. El director de la Banda Municipal de Madrid, Ricardo Villa,  aconsejó al maestro Emilio Cebrián que no hiciera "cosas" dedicadas a personas. El compositor mezcló las sílabas del nombre y del apellido y lo de “Rafaelita González” quedó en "RAGON FALEZ" que es el título del pasodoble que tanto suena en nuestras fiestas: Y que tanto ha interpretado la “Agrupación Musical Abanillense,” de la que van y vamos a hablar esta noche. Pero antes también hubo otras bandas. Sólo como recuerdo Eugenio nos da un apunte.
Antecedentes históricos de las bandas de música en Abanilla.- Comenzaré diciendo que la libertad y la música son unos de los más preciados dones que los dioses han dado a los hombres. El origen de la música va unido a la civilización humana. De nuestra villa tenemos referencias que se remontan a los siglos XVI, XVII y XVIII, en que músicos y danzantes abanilleros eran contratados para las fiestas del Misteri de Elche y del Corpus en Orihuela, aparte de sus actuaciones locales[1]. Fue a partir del siglo XIX cuando empezaron a constituirse a imagen y semejanza de las bandas militares las bandas de música civiles[2]. La primera referencia documentada de la constitución de una banda de música en Abanilla data del año 1877[3]. Fue su primer profesor y director Joaquín Casamitjana. En determinados momentos de su historia estas bandas locales también se denominaron como “municipales”, pues el director solía hacer de maestro, enseñando solfeo e instrumentación a los educandos, por cuya labor recibía gratificación del Ayuntamiento. A excepción de algunos directores los demás componentes no eran músicos profesionales, sino amateur, que compaginaban esta actividad con sus labores cotidianas. El mayor acontecimiento con bandas de música fue en las fiestas de mayo de 1922, en que se celebró “El centenario de la aparición de la Santa Cruz”. Además de la banda y músicos locales, actuaron la de Infantería de Marina y la del Regimiento Sevilla 33, de Cartagena. Las referencias de las personas que sabemos que dirigieron la banda de música de Abanilla, que unas veces se menciona como local y otras como municipal, en la primera mitad del siglo XX son las siguientes: En 1912 era el encargado de la música Manuel Lozano[4]; En 1919-1920, Pedro Lajara[5]; El tío Esteban Ruiz, cuyo alumno aventajado, Pascual Lozano Martínez (el Coronel), a la edad de nueve años ya hizo sus primeros pinitos con la batuta[6]; José Martínez Rogel, que era el pianista del café Oriental de Murcia[7]; De 1934 a 1944, Antonio Verdú Vicente[8]; A Verdú le sustituyó Antonio Ruiz Pacheco (Pistón)[9]; De 1948 a 1950, Ángel Perea Lozano (Angelico)[10]; En la década de 1950, se formó la “Agrupación Musical Abanillense”, que estrenaron la bandera en 1953, siendo su director Gabriel Beltrán Oliver[11]; La denominación de “Agrupación Musical Abanillense” perduró hasta 1988. Después nada se refleja en los programas de fiestas, hasta que mediada la década de 1990 aparece el nombre de “Los Veteranos” y la Unión Musical Santa Cruz, por lo que hemos limitado esta charla coloquio a este punto de la historia. Los músicos aquí presentes, cuyo abanico de edad oscila sobre el medio siglo, han formado parte de la Agrupación Musical “Abanillense”.



Ángel.- Ésta es la definición de músico que hacía el Tío Natalio. El tío Natalio vivía en la calle de la Reina. Cuando le cantaba las cuarenta a su hijo le decía de todo y para rematar la faena, tomando aire y respirando profundo, le aplicaba un apelativo que para él era lo peor de lo peor y gritando le decía: “¡Músico, músico y múuusico!”.A continuación os damos la lista de los 56 músicos encontrados que, salvo error u omisión involuntaria, nos pueden contar aún cosas de la “Agrupación Musical Abanillense”:               
Como representación y enlace está aquí Ginés Rivera Pérez, que fue de la banda  anterior a la Agrupación Musical Abanillense y tocaba el cornetín. En la misma época tocaba el bajo Antonio Martínez Ruiz.




Los músicos citados para este acto, salvo error u olvido involuntario, son los siguientes:
Percusión:
Cajas.- Marcos Navarro Vives, Salvador Riquelme Navarro, Joaquín Rocamora Rubira y Blas Rocamora Almarcha.
Platillos.- Pedro Sánchez Tristán y Paulino Tenza Hurtado (también el bombo).
Instrumentos de metal:
Trompetas.- Pedro Rubira Ruiz, José Pacheco Sánchez, Bartolomé Pacheco Mellado, Ramón Vives Rocamora, Juan Cutillas Gomariz, José Ruiz Lajara, Joaquín Riquelme Ramírez, Antonio Lozano Marco y José Mª Ruiz Riquelme.
Fiscornos.- Francisco Navarro Martínez y Antonio Riquelme Lozano
Trompas.-Ángel Cascales Ruiz, Demetrio Ruiz Torres, Salvador Cutillas Pacheco, Ginés Riquelme Rivera, Miguel Ángel Sánchez Rivera y Enrique Tovar Salcedo.
Trombones.-Miguel Ángel Sánchez Esteve, José Sánchez Yagües, Francisco Lajara Riquelme y José Lifante Vives.
Bombardinos.-Isidoro Lajara Riquelme.
Bajos.- Salvador Riquelme Sánchez, José Cutillas Sánchez y Juan José Riquelme Rivera.
Saxofones.- Ángel Rivera Riquelme, José Rocamora Tenza, Francisco Riquelme Tenza  y Bienvenido Oliver Rivera.
Instrumentos de madera:
Clarinetes.- José María Mira Rocamora, José Lajara Ramírez, Estanislao Díaz Tenza, José Mª Ruiz Tristán, José A. Riquelme Rivera, Mariano Oliver Navarro, Raimundo Tenza Riquelme, Manolo Martínez Lozano, Ángel Este Ruiz, Ángel Macario Sánchez Riquelme, Francisco Ramírez Riquelme, Pascual Guardiola Tenza, Esteban Lozano Marco, Antonio Pérez Martínez, Juan L. Yagües Omar, Jesús Ríos Torá y Ginés L. Tristán Marco.
Oboes.- Eugenio Marco Tristán y Rubén Martínez Lozano.
Requintos.- Francisco Ríos Torá. 
Flautas.- Francisco Esteve Ruiz.
            Está sonando “Pepita Greus” Pepita Greus es un gran pasodoble que se estrenó el año 1926. Su solo de clarinete o requinto me recuerda personalmente  a  Juan Pérez, el pintor. Muchas veces vemos escrito Creus, con C, y es un error. Lo correcto es Greus, con G. “Pepita Greus” existió. Era de Alginet (Valencia) y su nombre completo fue Ángela Josefa Greus Sáez. El compositor de la pieza, también valenciano, Pascual Pérez Choví, se enamoró de ella, pero como la familia de la muchacha no permitió la relación, ella se metió a monja. Dicen que Ángela Josefa escuchó ese pasodoble porque, también lo tocaron en el atrio del convento donde ella había entrado como novicia. Como decía, el solo de requinto en este pasodoble siempre me trae a la memoria a nuestro buen amigo Juan Pérez, el pintor, y por añadidura a los músicos de la Agrupación que ya no están con nosotros, tal vez nos pueda faltar alguno, pero nuestro pensamiento está con todos ellos:
Relación de los músicos fallecidos que también formaron parte de la Agrupación Musical Abanillense:
Requintos.- Manuel Lozano Segura y Juan Pérez Pérez, (el pintor), que venía desde Fortuna a reforzar la banda.
Clarinetes.- Ángel Perea Lozano (Angelico) y Antonio Marco Marco (el Torrao).
Saxofones: Pascual Lozano Martínez, (el Coronel), Francisco Lozano Vives (el Charquero) y     Cayetano Oliver Navarro.
Fiscornos.- Carlos Tenza Sanz (el Gavilán) y Gabriel Esteve Ruiz (Gabrielín).
Cornetines.- Antonio Lucas Sánchez.
Trombones.- Pedro Marco Rocamora y Antonio Rocamora Salar (Toico).
Bombardinos.- Antonio Rivera Pacheco.
Bajos.- Francisco Almarcha Hurtado, Pedro J. Ogallar Micó, Víctor Martínez Ruiz (el Mulato), Joaquín Ramón García (el de Claudio) y Paco Torá Tomás (el de la ferretería).
Cajas.- Jonás Martínez Torá, José María Rivera Torá (el Negro), José Sánchez Rubira, (el Zapatero).
Los platillos.- Monserrate Lillo Lozano.
Tal vez se nos haya quedado alguien en el tintero. Después nos lo comunicáis para completar este dossier. Ahora pido un aplauso de recuerdo para todos los que formaron parte de la Agrupación Musical y ya no están con nosotros. Repartiendo las citaciones para que los músicos de la Agrupación vinieran a este acto, nos hemos encontrado a alguien que, cuando pasaban lista, nunca estaba. Me estoy refiriendo a “Simón Seguí”. Aquí tenemos la invitación y no sabemos qué hacer con ella. ¿Alguien sabe el paradero de este señor? ¿Quién se inventó lo de “Simón Seguí”?



LOS MAESTROS DE MÚSICA: El primer director fue don Gabriel Beltrán Oliver; Pascual Lozano Martínez “el Coronel”, era el segundo de abordo, mientras había director. Finalmente fue él quién estuvo dirigiendo la Banda hasta la desaparición de la Agrupación Musical Abanillense. Eugenio nos va a citar a otros maestros: Don Ricardo Escribano; en 1959 lo fue don Manuel Silveira (el Gallego); uno al que le decían “Garbancito”, cuyo primer apellido era Murcia, aunque procedía de Almería; un tal don Pascual, que era de Alicante; Don José Marco, que vivió en la casa de Jonás, en la calle Atienza; Asensi, que era de la comisión fallera de Alicante; don Antonio Ginés Abellán;  don Salvador Sánchez Gómez, que vino en 1960 y trajo el primer trombón de varas. El 19-03-1961 se estrenó en Abanilla el pasodoble Francisco Bravo y fue el debut de sus primeros alumnos. Mención especial para Pascual el Coronel, aunque, a veces, nos llevaba de cráneo, repartiendo mil partituras para un desfile corto, porque no quería repetir ninguna pieza. Se hizo cargo de la Banda cuando se fue don Salvador.



LOS ENSAYOS: Al principio los ensayos se hacían en la Encomienda, que a la vez era donde estaban “Las Escuelas”. Se le denominaba “Academia” donde, además, se daban clases a todo el que quería iniciarse. Al principio pagaban los alumnos una parte y la otra el Ayuntamiento y después ya fueron gratuitas y las impartían dos o tres músicos de la banda. El lugar exacto es donde actualmente está la Biblioteca Municipal. Durante un breve tiempo los ensayos se hicieron en “La Casa del Pueblo”, en el Salitre[12]. Después se volvió otra vez a la Encomienda. Allí fuimos a aprender música con Gabrielín, Pascual el Coronel, José el Zapatero…Gabrielín tenía un pronto…, pero para enseñar tenía mas paciencia que el Santo Job. Con un educando que no aprendía ni a tiros, cambió su objetivo por el de enseñarle, al menos, de qué color era el caballo blanco de Santiago. Pepe Pacheco nos ha referido que en uno de los ensayo se estaba atacando el solo de trompeta que hay en la marcha de procesión “Jesús Preso”. Pero en vez de tocarlo uno solo se pusieron a hacerlo todos los trompetas juntos. Os podéis imaginar cómo salió. El maestro Beltrán, al terminar, mirando al cielo alzó los brazos y dijo: ¡¡¡Señor, baja y llévatelos!!!”. Jesús el de las Cabras, que vivía enfrente, se quejó al alcalde, don Pedro Rivera, que era su sobrino, porque los ensayos no le dejaban dormir. Don Pedro fue dejando pasar el tema, prometiéndole que habría un local nuevo y que ya no le molestaría. Pero al poco tiempo Jesús fue a pedirle que no se fueran de allí los músicos, porque las noches en las que no había ensayo no podía dormir. Vamos a cantar todos juntos la lección 21 del método de solfeo Eslava: do, re, do, re, mi, fa, mi, fa, sol, mi. Re, mi, re mi fa, sol, fa, sol, la fa...Esta pieza está ya en la zarzuela “Música Clásica”, de Ruperto Chapí Lorente, estrenada el 20-9-1880. Y como el edificio de la Encomienda estaba en estado ruinoso, se traslado la música a otro, en la almazara de don Ricardo Guirao, que el Ayuntamiento adquirió, en la calle del Doctor Fleming. Se ensayaba en el primer piso. Después en dicho lugar hicieron la plaza de Abastos y se ensayaba en la planta baja. Ángel Cascales, especialista en inventar letras, en el ensayo de la fantasía de la zarzuela “La Rosa del Azafrán”, en el momento ese de las espigadoras  que dicen: “Ay, ay, ay, ay. Qué trabajo nos manda el señor, levantarse y volverse a agachar… Él lo remató con “todo el día con el culo al sol”. La letra original es “Todos los días a los aires y al sol”. Se armó buena. Más adelante nos contará la letra de un pasodoble que se hizo famosa por los hechos que la rodearon. Ángel el Majo cuenta que en un ensayo el maestro Beltrán le dijo a Jonás que pusiera un ojo en el papel y otro a él. Y Jonás le dijo: ¿Y el otro donde? El maestro ignoraba que Jonás llevaba un ojo de cristal. Siguiendo con los emplazamientos de la Academia, recordar que cambiaron al edificio donde estaba antes  Falange, después la Biblioteca y ahora el Centro de Salud. Los ensayos eran por la noche, pero algunos solían llegar tarde, por lo que hubo que pasar lista y aplicar descuentos.
            Casi la totalidad de los instrumentos musicales eran del Ayuntamiento, pero como había bastantes deficientes, poco a poco algunos músicos compraban otro en propiedad. Incluso con dinero de la banda se compraron algunos: el oboe, un trombón, etc. El arreglo de los mismos era de forma casera y artesanal. Ni Mc Guiver nos metía mano: La fabricación de zapatillas para los clarinetes, los saxos y los instrumentos que las necesitaban, las hacíamos con el pellejo de la longaniza y guata o fieltro. Se pegaban a las llaves con lacre. Se fabricaron bastantes, pues los instrumentos eran muy antiguos y ya no había en el comercio de repuesto. Con el  aceite de almendras dulces se untaba el interior de los clarinetes, oboes y requintos. Los muelles los solucionábamos en casos de rotura imprevista con las gomas elásticas y los reponía Rogelio el relojero. Algunos llegamos a hacernos las cañas. La materia prima la cogíamos del cañaveral del tío José Rubira, en el puente que hay al bajar la cuesta de la Ermita. Entonces una caña Bandoren para clarinete costaba 7 Ptas. Juan José y Ginés el del Conde arreglaron una bomba del trombón de Isidoro, utilizando para ello un tubo de cobre de una cocina de butano. La bomba les salió un poco más larga de la cuenta y, sin exagerar, dicen que le bajó el sonido al instrumento casi un tono y medio. Algunos clarinetes se restauraron. Macario dice que reparar el suyo, niquelado de las llaves y las zapatillas, le costó 210 Ptas. Pascualín y Paco el Doctor se compraron un clarinete nuevo, en Francia, y como estaban en el sistema normal y la banda iba en brillante, para ajustarles la tonalidad hubo que adaptarles el barrilete.
LA BENDICIÓN DE LA BANDERA.- En el Programa  de Fiestas de 2007, Gabriel Esteve (hijo), escribió lo siguiente: “El 21 de junio de 1953 (curiosamente esta fecha coincide en la actualidad con el Día Europeo de la Música), bendijo la bandera, de la Agrupación Musical Abanillense el párroco de nuestra iglesia D. Domingo Vicente Ripoll, siendo el alcalde D. José Sánchez Abad. La madrina fue su esposa Dª Francisca Marco. Asistió al acto la banda en pleno.



Las mujeres que la bordaron figuran en la foto y son, (de izquierda a derecha):
Francisca Ruiz Martínez, Maruja Marco Marco, Carmen Lozano Martínez, Carmen Ros Ballesta (mujer de don Juan, el administrador de correos), Purita Esteve Ruiz, Encarnación Rubira Ruiz, Mª Manuela Rivera Gaona y Maruja Rubira Ruiz. Las bordadoras, por la tarde, se reunían en el patio de correos, (que estaba en la calle del  Centro) y sobre un gran bastidor consiguieron esta joya. El presidente fundador de la Agrupación Musical Abanillense fue el Tío Antonio el de Angustias y el secretario Antonio Marco (el Torrao), que trabajaba en Correos, de telegrafista. La fotografía de la bendición de la bandera se hizo en la fachada principal de la iglesia, la que da a la Placeta.
EL TRAJE.- En el citado escrito del programa de fiestas de 2007, se refiere lo siguiente: “A comienzos de los años cincuenta se creó la Agrupación Musical Abanillense. En mayo, en las fiestas de la Santa Cruz, estrenaron uniforme, confeccionado por un sastre de Murcia, el Sr. Oliva. Tenían uno azul marino y otro gris; posteriormente, se hicieron una chaqueta blanca. Como estos trajes llevaban gorra, hicieron una funda blanca para ponerla sobre ella cuando usaban el uniforme con esta chaqueta”. Una anécdota al respecto fue la siguiente: A Pepe Lifante le quitaron o se le perdió la gorra azul y cogió la gris y la tintó de azul. Un día, en Yecla, empezó a llover y se le fue el tinte, manchándole la cara.  
LA MISA DE PEROSSI.- En las fiestas de mayo, el día 4, se cantaba la misa solemne de “Te Deum Laudamus”, de Perossi, con las voces de don Juan Abellán (el de Correos), don Pedro Cascales Mellado, Paquito Esteve, como tenor, etc. Algunos músicos no se acuerdan de esto, porque se iban a lo alto del campanario a jugar a los montones.
LOS CONCIERTOS.- En la plaza del Caudillo (la del Ayuntamiento), para las fiestas se montaba “el tablado”, igual que para las de septiembre en Mahoya. Era una estructura de madera, a la que se accedía por una escalera exterior. En una ocasión el tablao se hundió. La causa fue que como el castillo se tiraba en el rincón donde comienzan las escaleras, la gente, huyendo de las chispas, se arremolinó hacia el tablao, con lo que cedieron los apoyos y volcó. Hubo un herido de consideración, que fue el padre de Salvador Felipe. En Fortuna también montaban un tablao, al cual se accedía por una escalera central. También sufrió un hundimiento, en el que resultó con magulladuras el maestro Beltrán. Se sospecha que la causa fue que los músicos se agolparon precipitadamente en la bajada. El carpintero que lo hizo pasó la noche en la cárcel.  Cuentan que Pepe Lifante interpretaba el solo de trombón de la zarzuela La Dolorosa a la perfección y que el Alcalde de la vecina localidad le propuso buscarle novia.
            “En verano – escribe Gabriel en el programa de Fiestas citado- era raro el domingo que no hacía un concierto en la Ermita; primero junto, a la ermita de San Antón y después encima del kiosco, (los dos lugares desaparecidos). Tenían un repertorio amplísimo, principalmente de zarzuela. La pizarra anunciándolo la escribía mi padre y la colgaba en la reja de la ventana de Salud (calle de San José, junto al estanco)”. El acceso a la terraza del kiosko era por medio de una escalera de madera, sin barandilla ni protección alguna, con bastante inclinación, por lo que había que subir haciendo equilibrio.
Para cobrar lo estipulado en el reparto que se hacía, había que realizar todo el recorrido de dianas, pasacalles o procesiones, porque de lo contrario Manolo Lozano Segura puso de moda pasar lista tres veces durante los recorridos y en los ensayos. Como había categorías, algunos, entre lo que faltaban y llegaban tarde, casi les costaba las perras. Los ensayos eran a las diez de la noche y el que llegaba después del descanso no le contaba.
LA ROMERÍA DEL 3 DE MAYO Y LA CRUZ DE SEPTIEMBRE.- “Amparito Roca” es ese pasodoble que suena cuando la Santa Cruz llega a la Ermita, a la vuelta de la Romería del 3 de mayo. ¿Quién fue esta señora? Dijeron unos que Amparito Roca era una cupletista de Teruel, allá por los años 30. No es cierto. Era de la población valenciana de Carlet y su nombre completo fue Amparo Roca Ibáñez. A Carlet llegó de Barcelona, como director de la Banda Primitiva, Jaime Texidor Dalmau. El maestro Texidor dedicó a Amparito, cuando ella tenía 13 años, este pasodoble, que está en la antología de nuestra música española. “Amparito Roca” se estrenó en septiembre de 1925. Por si alguien quiere saber qué pasó más con esta criatura les diré que continuó estudiando música y atendiendo el negocio familiar de tejidos; se casó con un exportador de frutas y tuvo dos hijos. Falleció en 1993, hace 16 años. La banda de música, igual que ahora, acompaña a los capitanes en todas sus salidas, pero antes se iba a rodar la bandera al Lugar Alto, al campo de fútbol (actualmente la piscina) y las eras que habían alrededor del pueblo. En el año 1969, que fue capitán Pedro Sánchez Tristán, se implantó como canción de moda “El Submarino Amarillo”. Al siguiente año, Pedro tocó los platillos con tanto fervor que los volvió del revés. Ángel Cascales refiere que hay dos pasodobles que el maestro Verdú compuso para nuestras fiestas: “Los Capitanes” y “Los Pajes”. De éste último, Ángel Cascales se sabe la letra de la primera parte, pero no recuerda la segunda. No existe la partitura.
LAS HOGUERAS DE SAN JUAN EN ALICANTE.- Maruja Marco refiere que el ir la banda a las fallas de Alicante fue porque su padre tenía buena amistad con el señor que llevaba las barracas de la falla del barrio de Benito Pérez Galdós. Ángel Cascales cuenta que cada año se traía un ninot indultado por él, que lo quitaba de la falla momentos antes de empezar la quema: dos muñecos, una lavadora, la cual le hizo creer a su mujer que era de verdad, etc. Al referido barrio fueron bastantes años y se hospedaban en casas particulares. Allí ocurrió el incidente de Paco Almarcha y el Vodka. La banda iba tocando a mediodía, hacía calor y pararon a beber unos refrescos y entre otros había una botella con el líquido del mismo tono que el agua, pero era vodka. La banda cuando paró iba tocando la pieza titulada “De Cascais a Lisboa”. Según los presentes acudió un médico y tras reconocerlo dijo: No es mal de morir, pero la cosa va para rato. Encarna Almarcha (hija de Paco), cuenta la historia de lo que le ocurrió a su padre tras su llegada al pueblo; que “resucitó al tercer día”.



VESTUARIOS ESPECIALES.- De romanos en la Semana Santa de Orihuela y de hebreos en Cartagena, donde era obligado tocar la marcha de procesión “Macarena”, del maestro Cebrián. El 12 de abril de 1981, Domingo de Ramos, debutó allí la última hornada de la Agrupación Musical Abanillense. Algunas madres tuvieron que hacer de costureras in situ, para que sus hijos no fueran arrastrando la saya.



FIESTAS EN PUEBLOS CERCANOS.- La banda acudía regularmente a las fiestas de Fortuna, La Murada, Benferri, Macisvenda, Pinoso, La Torre del Rico, etc., donde hay para contar significativas y variadas anécdotas: Cuando terminaba la actuación los músicos jóvenes pretendían quedarse un rato para divertirse. Algunos músicos mayores tenían prisa en regresar, por lo que hay que destacar que Gabrielín se vino andando desde La Murada, Paquito desde Macisvenda, Pedro el de Crispín desde Fortuna, etc.; Juan el pintor, con el requinto, y Eugenio, con el oboe, le hacían la competencia al tío de la charamita; En La Murada, en la suelta de la baquilla, resultaron con contusiones de pronóstico leve Monserrate Lillo, El Niso y el Negro Martínez; En La Torre del Rico, estaban algunos músicos dentro del bar y entró la vaquilla; En las fiestas de Pinoso, en la suelta de la vaquilla, en valenciano decían “la vaca no ve”, que en castellano es “la vaca no viene. Algunos creyendo que era ciega la vaca se acercaban y se llevaban algún revolcón. Aunque lo más sonado fue lo de la gallina muerta en el estuche de los platillos, a cuyo suceso Ángel Cascales le supo letra a la música de Francisco Bravo: “Qué mala follá que tiene  el platillero, el platillero, que en la fiesta de Pinoso, se metió recovero…”; Al regreso, en el autobús, para animar el cotarro, se puso de moda lo de“Al campo miro. ¿Qué ves?... Una hoya… ¿Quién es?…fulano que tiene mala folla”.
            Y con el autobús hemos llegado al final de una parada, porque esta charla coloquio sobre “Las cosicas de Abanilla” con la “Agrupación Musical Abanillense”, podría dar muchas más. Eugenio va a proceder a la despedida y cierre.- Concluyo diciendo que allá donde los hombres han estado, han dejado testimonio de su paso por la tierra, unos creando belleza y otros arrasándola. Los músicos de las bandas locales, sin  llegar al grado de la erudición, crean belleza y alegría entre sus congéneres, por lo que su memoria perdura bastante tiempo entre sus conciudadanos. Todos somos conscientes que nuestra romería, procesiones y desfiles de moros y cristianos no serían lo mismo con música en vivo que en conserva Con esta charla coloquio queremos acrecentar y afianzar la memoria colectiva de nuestro pueblo, ahora que todavía estamos vivos, en la edad en que afloran nuestros recuerdos más pretéritos. Amén de rendir un sencillo homenaje tanto a los presentes como a los ausentes que no hayan podido venir o estén en el Más Allá, por su tesón y entusiasmo. Porque la Agrupación Musical Abanillense, ha sido un eslabón más de la cadena musical de esta villa que, a su vez, ha dado pie a la continuidad de la misma, sin menoscabo del pasado ni del presente, sino todo lo contrario



Agradecimientos: A todo los que estáis aquí porque habéis venido, y a los músicos asistentes; Al teniente alcalde Pascual Martínez Ramírez, que no ha venido porque está de viaje, pero nos ha ayudado en todo lo necesario; A Teresa Martínez y a Pedro Antonio Sánchez; a Gabriel Esteve, por sus apuntes sobre la historia de la Banda y por sus  fotos; A Manolo, conserje y músico, a Ramón Rocamora y a Víctor Esteve, por su apoyo técnico; Y a todos los que sepan perdonar los fallos e imprevistos y quedarse con lo mejor de esta noche; Y dicho esto Eugenio y Ángel os emplazan para el año que viene a otra sesión de “Las Cosicas de Abanilla”, porque haberlas háylas… y muchas. Como coletilla final os digo: “Sean  felices, porque cuesta lo mismo y los que están a  su alrededor lo agradecen más… ¡Algunos![13]


[1] Artículos varios en revistas y programas festeros.
[2] Demetrio Ruiz Torres. “Influencia de las bandas y la música militar sobre las agrupaciones o bandas civiles”. Programa de fiestas de 2007.
[3] José Iniesta Magán. Revista cultural Musá Ben Nusayr. 2003. Legajo existente en el AGRM
[4] Actas del Ayuntamiento. Investigación efectuada por Ginés Rocamora Vives.
[5] Revista cultural Musá Ben Nusayr de 2003, página 75. Escrito de Juan Navarro Lifante y esposa.
[6] Referencia oral de Pascual el Coronel
[7] Referencia de Ángel Cascales Mellado
[8] José Iniesta Magán. Revista cultural Musá Ben Nusayr. 2003
[9] Bajo su dirección se puso de moda tocar “El Patinete”
[10] Programas de fiestas
[11] Gabriel Esteve Ruiz. Programa de fiestas de 2007
[12] Estaba en lo que actualmente es el comienzo de la calle Solidaridad
[13] Apunte posterior a esta charla coloquio: Según la crónica periodística de la visita pastoral del Obispo a Abanilla, el 14-10-1897, publicada en El Diario de Murcia del día siguiente, se reseña que la banda de música la dirigía el profesor don Francisco Marco Sánchez.

CHARLA COLOQUIO SOBRE EL CINE DE BERNARDINA

CHARLA COLOQUIO SOBRE EL CINE DE BERNARDINA




         Auditorio de Abanilla. Sábado 05-09-2008, desde las 22 a las 23´30 horas.
Organiza y coordina Ángel Esteve, de la Revista y Radio de Ripollet (Barcelona) y colaborador de Radio Intereconomía. Presentación y agradecimiento al Ayuntamiento y al conserje por su colaboración. “La Historia está bien saberla, pero personalmente me encanta la parte humana de la historia”.
Invitados especiales: Anica, Marcelino y Juan José García Carrión, más Lola Garrigós. Breve reseña de la historia del cine en Abanilla, por Eugenio Marco, “el cronista oficioso de Favanella” para dar algunos datos generales al respecto, a modo de introducción, haciendo la salvedad de que no necesita ser presentado, por ser bastante conocido de la mayoría de los presentes, puntualizando que los únicos que necesitan presentación son “los impresentables”.



            Introducción.- Lo primero la puntualidad británica con que empezaba la sesión: campaneando la hora en el reloj de la iglesia se iniciaba la proyección con el NODO (abreviatura de Noticias y Documentales). Recordaré aquello de que mientras la Tierra giré, el tiempo pasará sin detenerse sobre la vida. Esta charla coloquio debe servirnos para que no se nos esfumen nuestras vivencias y perdamos la memoria histórica.
         El invento del cinematógrafo echó a andar en 1895, de la mano de los hermanos Lumière, en Francia, pero…ciñéndonos al cine en nuestra villa, tenemos referencias de que en el año 1914, según el diario “El Liberal de Murcia”, en la programación de los festejos del 3 de mayo figuraba a las 8 de la tarde (actualmente corresponde a las 10 de la noche), CINE al aire libre en la CALLE MAYOR. Hemos oído referir que a finales de la década de 1920, proyectaron películas en el local de la U.P. (Unión Patriótica), sito en el edificio que hay al final de la calle de santa Eulalia y la carretera de Murcia. También se efectuaron proyecciones de cine, esporádicamente, en “La Casa del Pueblo”, en el Salitre. El dar cine en la Casa del Pueblo fue idea de un catalán que terminó aburriéndose, porque no le era rentable. Le vendió la máquina a don Domingo Peñaranda, que después se la vendió a Bernardina, pero no funcionaba bien y la retiraron. Cuando compraron la máquina nueva la pagaron al contado, para sorpresa del vendedor.
         Fue a partir del año 1945, cuando verdaderamente se establece en Abanilla, con carácter empresarial, el CINE AVENIDA, de Bernardina Carrión, con la edificación de un local apropiado al efecto, en la carretera de Orihuela, en el que también se hicieron Juegos Florales y teatro. Las condiciones socio económicas del momento eran muy favorables: un censo de 8.500 habitantes y la industria del esparto en pleno apogeo. Ir al cine los domingos por la tarde fue la diversión popular por excelencia. Paralelamente  hubo otro local de cine en la calle de la Posada, que era de Diego el de Quica la Perdigota, que actualmente es la casa de José Mª Carlicas, siendo el promotor uno de Murcia. Cesó la empresa Bernardina Carrión su actividad en 1982, con 37 años de existencia, en otro local construido en la década de 1960, de mucha más capacidad que el anterior, sito en la calle Pío XII, frente al tapón de la balsa del lavadero (actualmente el Auditorio). En este lugar existió con anterioridad un patio descubierto, tapiado y adornado con enredaderas, buganvillas, yedras, rosales y otros floridos matojos, además de palmeras,  llamado “Abanilla Parque”, con un pequeño escenario, en el que se hacían bailes, espectáculos de varietés, conciertos de música y cine en el verano. También cabe puntualizar que a principio de la década de 1960, el grupo escolar Stma. Cruz adquirió una máquina de cine de super 8, con el que se proyectaban los domingos películas aptas para todos los públicos. Fue una iniciativa del maestro y relojero don José Moreno Gil, sin ánimo de lucro, pues a veces no se recaudaba ni para pagar el alquiler de la película. Esto estuvo motivado porque según la censura eclesiástica, casi todas las películas que se proyectaban en el cine de Bernardina no eran aptas para menores.
         Y concluyo este preámbulo, a modo de rollo Macabeo, para que empiece ya la sesión sobre las historias, anécdotas y demás vicisitudes del cine de Bernardina Carrión, una persona célibe y con minusvalía visual (era tuerta), que fue un claro ejemplo de mujer emprendedora, algo que no era muy normal en aquella época, pues con anterioridad ya tenía un taller de cofines y manufacturas de esparto. En ciertos versos satíricos de la década de 1950, quedó inmortalizado “el cine de la Tuerta”.



Anécdotas y DATOS surgidos durante el coloquio:
         Hemos colgado la pizarra que tenemos aquí delante en la casa de Salud, en el mismo sitio, en la calle de San José.”Y aún está la púa”- dijo Lola.
         Bernardina era tuerta y con mucho valor. El que hacía cine en la calle de la posada le propuso matrimonio y unificar el negocio.
         La primera máquina de cine nueva la trajo desde Murcia el camión de Claudio. Como ese día bajó la rambla y no se podía pasar por el badén, desde Santomera tuvo que rodear y venir por Orihuela.
         El cine Avenida (lo del nombre de Avenida es porque estaba situado en la avenida de José Antonio), se construyó sobre un almacén en el que anteriormente estuvo Auxilio Social. Era del tío Antón “Carabina” y lo tenía hipotecado el Banco Español de Crédito. Se le compró al banco por 16.000 Ptas., en octubre de 1943. La prueba de resistencia del “gallinero” se hizo con tecnología punta de la época: echándole treinta carros de piedra en presencia del ingeniero. Era alcalde don Rafael Navarro Mínguez (1943-45) que les facilitó todos los trámites. En su inicio los precios fueron de una Ptas. en el gallinero y dos en las sillas de abajo, en lo que se llama patio de butacas, pero que no habían butacas, sino sillas. Estaba diseñado para 100 plazas, pero llegaron a ocuparlo casi 150.
         Las carteleras se ponían en La Plaza, donde actualmente está la carnicería. Un día de viento se cayeron y aporrearon al tío Francisco Martínez. La película se llamaba “Julia se porta mal”.
         Bernardina antes del cine tenía un taller de cofines, en el que trabajaron más de 200 mujeres. En 1939, en concordancia con lo que se llamó “El Consejo de Cieza” (unión de empresarios capacheros), facturó una remesa de cofines por importe de 15.000 Ptas., que enviaron a distintos lugares: Lérida, Andalucía y La Mancha. Marcelino y su tía Bernardina visitaban directamente a los clientes y obtuvieron el primer pedido por valor de 60.000Ptas. En el bar de Carabaña se fueron sin pagar (despiste de Marcelino), pero cuando se percató volvió y pagó. El dueño le dijo que era un buen cliente, por el detalle de volver. Se hicieron amigos y fue un buen colaborador en las ventas y cobros, pues conocía muy bien a la clientela del lugar.
         La primera película que se proyectó fue “Entre nosotras”, el 26-02-1945, la segunda “Tierras lejanas” y la tercera “Sin novedad en el Alcázar”.
         La censura eclesiástica empezó a hacerse notar a partir de 1950. La película “Gilda” no se atrevieron a proyectarla y la pasaron en sesión privada, pero como la puerta del local estaba abierta la gente que pasaba entró, y al final de la proyección estaba el cine medio lleno, y de gratis. A los cuatro o cinco años se proyectó en sesión normal. Por proyectar la película “Arroz amargo”  (basada en una novela de Blasco Ibáñez, de crítica social), le impusieron una multa de 50 Ptas., poniendo como motivo (más bien excusa), de que había menores en la sala.
         En la iglesia existía un fichero con la clasificación moral de las películas. Los monaguillos eran los encargados de poner en un cuadro dichas cartulinas. Tenían el siguiente orden: 1.- Todos, incluso niños. 2.- Jóvenes. 3.- Mayores. 3R.- Mayores con reparos. 4.- Gravemente peligrosa (aunque te confesaras ibas derecho al infierno).
         Cuenta Marcelino que por aquellos años del inicio las películas venían desde Valencia, donde estaban las distribuidoras, que las enviaban por tren a Murcia. Iban a recogerlas en bicicleta o en carro, cuando no tenían otra alternativa de transporte. Solían pesar los rollos de 35 a 40 Kg., dándose el caso de haber confusión en las cajas y al empalmarlas para ser proyectadas se alteraba el orden, por lo que efectuaban alguna prueba antes. En uno de los viajes en bicicleta, Juan José se cayó en la Balsita Tenza y casi se mojan las películas.
         Juan José refiere que tuvieron una avería en la máquina de proyección, consistente en que se rompieron los pasadores de los engranajes de la transmisión. Como las piezas no llegaron a tiempo (entonces no existían los transportes urgentes), en el taller de Vicente El Conde hicieron unos de hierro, que se rompieron al cuarto de hora. Cuando se arregló la máquina dieron la proyección de gratis.
         Cuentan que un espectador del gallinero se dejó escapar una fuerte y sonora ventosidad (pedo). Se produjo tal algarabía que pararon la proyección.
         Cuenta Lola que los bailes de puja eran otra de las diversiones de la época. Cuando la pretendía Juan José, en un baile de puja se presentó con una gabardina que parecía de los inspectores de la Fiscalía de Tasas. Al rato acudió su madre en su busca, pues había aprovechado el descanso para irse al baile. Ante la tardanza la gente estaba protestando con silbidos.
         El uno de noviembre, festividad de Todos los Santos, el cine solía ponerse a tope, por lo que les pedían a los vecinos sillas. También se llenaba con las películas de Jorge Negrete y Sara Montiel. Cuando se iba la luz, algo frecuente en aquellas décadas, como luz de emergencia encendían los candiles.
         Lo de” pinícula y flim paramun”, no fue una cosa exclusiva de aquí, sino que correspondió al dicho generalizado de la época.
         Una de las películas más taquilleras de la época fue “El derecho de nacer”. En Abanilla se proyectaron películas de las mejores productoras: La Metro, Paramunt, Walt Disney, etc.
         Marcelino montó otro cine en Villanueva del río Segura, donde le nombraron “hijo adoptivo”. Después se pasó a la pedanía murciana de Santa Cruz.
         La primera película en cinemascope se dio en el cine de verano. Los cines de verano fueron en el local Abanilla Parque y en el patio de don Dionisio, que había sido la Plaza de Toros y ahora es “El Patio”
         Dicen que si el gallinero hablara, saltarían hasta los pollos. José “El Lañaor” estuvo un poco tiempo de acomodador, pero le tomaban el pelo y se reían de él, porque decía: “Sus calláis o sus vais”.
         Luis Caparrós estaba el primero para sacar la entrada y puso sus dos pesetas en la repisa de la taquilla. Como Anica no le veía (era pequeño), dio la entrada y el siguiente la cogió y entró sin pagar. Luis se puso a llorar y lo dejaron entrar, pero a otro día le reclamaron la entrada a su padre y fue cuando se descubrió el engaño.
         En cierta ocasión les amenazaron con cerrar el cine y Bernardina dijo: “Si me cierran el cine tiro hasta los tinteros”; el dicho de tirar los tinteros era para que no “corriera la tinta”, es decir, que no pudieran escribir los trámites administrativos.
         Abanilla Parque lo alquilaron por cinco años, para cine de verano, pero al tercero lo compraron por 75.000 Ptas., para lo cual tuvieron que firmar cinco letras “de pelota”, algo muy habitual en los negocios de la época. Era propiedad de don Juan Pacheco Salar, el farmacéutico.
         En los descansos y antes de empezar ponían música. Siempre eran los mismos tangos: Por qué llorar y volver a empezar. Lola y Bartolomé Cutillas los recuerdan y se atreven a cantarlos. La emoción les aflora y se le saltan las lágrimas de la nostalgia. El público aplaude. Lola, haciendo referencia a la letra del tango “Por qué llorar”, hace el siguiente comentario: ¿Cómo me iba yo a imaginar, en aquel entonces, que se me iba a morir un hijo?
         La tarde en que explotó el polvorín de Archena se paró la proyección, por corte de la luz. Como ya no vino la luz, Anica y Juan José se fueron a Villanueva, a ver a Marcelino, para comprobar lo que había pasado.
         Las obras del cine nuevo duraron 19 meses. Comenzaron en 1956. Los albañiles se comieron, para merendar, siete sacos de higos secos. Tiene una capacidad de 580 plazas, y con palcos, que…si los palcos hablaran…El precio de la entrada se puso a 6 Ptas. y se mantuvo durante algunos años.
         Un día de Año Nuevo se proyectó la película “Sombrero” y en la pizarra pusieron: “La mejor película del año”.
         Valentina acudía al cine con su perro y lo sentaba en una butaca, a su lado. Algunos se quejaron de que el perro estuviera sentado y la gente de pie, pero es que Valentina pagaba entrada por el perro.
         La SGAE (Sociedad de Autores), les impuso una multa de 7.000 Ptas. y un mes de plazo para pagarla. Tuvieron que buscar dinero y el padre de Clodes se lo dejó. Por un error administrativo pagaron la sanción dos veces y para conseguir la devolución hubo que recurrir a un amigo de don Ramón. El tío Julio Rocamora era el delegado de la SGAE y se portaba bien con ellos. Iba al cine y se llevaba a dos o tres zagales, diciendo que “eran sus nietos”.    
         Hay quienes apuntan que es de agradecer a esta familia de Bernardina Carrión, que en aquella época dejaran el negocio de los capachos para dedicarse al cine, una empresa “cultural”. Refieren que el cine era buen negocio, “que se estiraba del cajón y se sacaba el dinero”.
         Algunos de los presentes recuerdan los comentarios de “Antonio Temblores”, persona singular en el pueblo, durante la proyección de las películas o después.
         El estar a cargo de la proyección (operador de la máquina), requería mucha atención y trabajo: empalmar los rollos, estar pendiente de los electrodos de carbón, hacer las pruebas, engrase y mantenimiento, etc. Actualmente todo se ha reducido a un disco o pastilla, dijo Marcelino refiriéndose al DVD.
         Como propaganda de las películas, además de las carteleras (fotogramas), se daban unos prospectos a la salida de misa de 12. Algunos se dedicaban a coleccionarlos, e incluso tenían de otras poblaciones, pues se hacían intercambios. Los hijos de María Belmonte llegaron a tener una gran colección.
         En la cantina del cine se expendían bocadillos con una anchoa, refrescos,  gaseosas y las pipas de girasol en cartuchos de papel, tostadas con sal en los hornos de leña del pueblo. Se comenta que como los cartuchos eran cónicos, cuando alguna pipa grande se interponía se quedaba con la mitad del contenido. Lola era la encargada de los bocadillos, cuyo pan amasaba.
         Como el cine era en sesión “permanente” algunas personas no salían hasta la última proyección. En una ocasión tuvieron que aguantar a una sola pareja hasta la una de la madrugada, porque dijeron que no se iban.
         Como en el cine no había calefacción, algunas personas se llevaban una lata de conservas con brasas, que colocaban a su lado.
         Cuando proyectaron en el cine de verano del patio de don Dionisio la película “Molokay, la isla maldita”, sobre la vida del padre Damián con los leprosos, uno le dijo a Juan José: “Fumiga la pantalla, no se nos vaya a pegar la lepra”
         Y terminando el acto la familia Carrión agradece a los presentes su asistencia, así como la colaboración de las autoridades para la realización de esta charla, aunque Marcelino puntualiza que “no ve a ninguno”.
         Ángel Esteve sugiere la posibilidad de que se considere el ponerle el nombre de Bernardina Carrión a una calle del pueblo, dada la labor cultural que supuso, en esta época, el que Abanilla tuviera un CINE.
         El público asistente, que ocupaba toda la primera parte del Auditorio y algo del segundo plano, clausuró esta charla con un efusivo aplauso. Ángel apunta la posibilidad de celebrar este tipo de charlas coloquio sobre “las cosicas de Abanilla”, con otros temas: La música, los pajes, etc.
Nota.- Antes de comenzar el coloquio se le rogó a Marcelino que no citara nombres de películas relacionadas con el agua, como por ejemplo: “Aguas turbulentas”, “Los paraguas de Cherburgo”, “El puente sobre el río Kwai”, etc., por posibles efectos secundarios sobre “el porvenir”… de las charlas coloquio.



A. Esteve y E. Marco

Los Auroros de Abanilla

“Las cosicas de Abanilla”
Viernes 27 de agosto de 2010, a las 22 horas, en el AUDITORIO MUNICIPAL
LOS AUROROS DE ABANILLA

Coordinan: Ángel Esteve y E. Marco



Ángel presenta el acto.- Buenas noches y gracias por venir. De nuevo con ustedes para otra sesión de “Las Cosicas de Abanilla”. Empezamos con “El cine” hace dos años, continuamos con “la Agrupación Musical Abanillense”, el verano pasado y ahora le ha tocado el turno a “Los Auroros de Abanilla”. Ellos cantarán y nos contarán esas anécdotas que han vivido. La parte humana de la historia. Las historias que la Historia no cuenta. Agradecemos a todos los que han colaborado para hacer posible la realización de este acto tanto a Pascual, desde su quehacer como alcalde en funciones, a Pedro, por la impresión de los carteles y a Raquel en echar los pregones. También a todos los que nos han dado algún dato anecdótico, que después oirán y podrán completar ustedes, si lo desean. Agradecemos el soporte técnico de mi hermano Gabriel y mi sobrino Alain, a Manolo, conserje del Auditorio y amigo en la banda de música. Y, como no, a Rafa, técnico en imagen. Dicho ya todo esto recibimos con un aplauso a la Hermandad de Auroros de Ntra. Sra. del Rosario de Abanilla. Se abre el telón. Comienzan entonando el cántico nº 2, de los 60 que tienen.
“En la Iglesia mayor de Abanilla
hay un desposorio que es digno de ver
es su esposa la Virgen María
con el Patriarca señor San José
con las flores que lleva en la vara
nuestro patriarca señor San José”
Eugenio.- Este canto es una clara alusión a la pintura existente en el lado del Evangelio del presbiterio de nuestra iglesia parroquial, realizada en 1757, por Antonio Llopis.  Breve Historia de LOS AUROROS DE ABANILLA: Comenzaré citando el trabajo de Gabriel Rubio Hernández, que lleva por título “Auroros”, publicado en la revista cultural de la asociación Musá Ben Nusayr nº 6, ilustrado con acuarelas de Saura Mira, en el que sinte­tiza una amplia recopilación de nuestros Auroros. De otra parte, Joa­quín Gris Martínez, ha realizado y publicado un amplio estudio sobre los Auroros de nuestra Región, y el pasado 24 de julio, en el merecido homenaje que se le tributó al Rojo (Bartolomé Rocamora Rivera), nos ilustró con sus conocimientos. De todo lo que dijo cabe resaltar lo siguiente: “El problema de la continuidad de los Auroros reside en el recambio generacional y en el que, oficialmente, no se le suele apo­yar al mismo nivel económico a la música popular que a la aca­démi­ca, lo cual es un error, etc., etc.”.   
        A modo de introducción puntualizaré brevemente, algo de lo que ya he referido en otras ocasiones: En nuestra villa, aunque tene­mos constancia documental fidedigna de la existencia de la cofra­día del Santísimo Rosario, al menos desde 1658, así como del altar de la Virgen del Rosario en la primitiva iglesia de San Benito (si­glo XVI), desconocemos, por ahora, desde cuando se viene realizan­do la cos­tum­bre de “Los Auroros”. A juzgar por las referencias exis­tentes de otras parroquias de la diócesis cartaginense, debió ser a partir de 1719, ya que desde 1684 existió la prohibición guberna­men­tal de las rondas o despertás con música de campanas y coplas de jácara, des­de las 10 de la noche hasta el amanecer.
        Nuestros Auroros interpretan cantos de origen popular, con ins­tru­mentos sencillos: guitarra, laúd, campanilla, pandereta, platillos, etc. Sus letras se han transmitido de forma oral siendo, en la mayoría de los casos, adaptaciones de textos comunes de otros pueblos y lugares circunvecinos a la idiosincrasia local.  Por lo general son com­po­siciones poéticas de cuatro versos, de rimas sencillas, en algunos casos asonantes. La polifonía entre las voces masculinas y femeninas está basada en unos pocos modelos de absoluta simplicidad. Y por tratarse de un canto religioso popular, dispuestos a especular, nada impide suponer que Los Auroros sean las reminiscencias del Mester de Clerecía, aunque esta cuestión histórica se sale de nuestras com­pe­tencias, quedando reservada a los ámbitos de la antropología académica.
        Y como de lo que se trata en estas charlas de “las cosicas de Abanilla” es el coloquio, para que los protagonistas y demás parti­ci­pantes expresen sus vivencias, prescindimos de las cuestiones his­to­lógicas generales, propias de otro tipo de discursos. Al no disponer de referencias específicas de nuestros Auroros, anteriores al siglo pasa­do, nos atendremos a la tradición que ha perdurado hasta nues­tros días, a través de las experiencias propias de los participantes, en tan­to en cuanto no aparezcan documento o legajos que lo esclarez­can. Y sin más preámbulos, vamos al grano con la presentación de quienes están en el escenario. Otros ya irán hablando poco a poco.
Foto antigua, de la década de 1940, que hemos puesto en el cartel anunciador.

Identificación de las personas:
Los hombres están de pie. De izquierda a derecha son: Paco Ramírez (el padre de Pepe el Dotor), David Blasco Riquelme, Antón Riquelme Riquelme (abuelo de Encarnación la Maja), Ginés Rivera Riquelme, José Riquelme Marco (el Majo) y José San Nicolás Álvarez.
Las mujeres sentadas: Josefa Salar Vives (la de Toico), Quica Delgado Vives, Josefica Blasco Riquelme, Emilia Carrión Tenza (la Moruna), Paz Rocamora Tenza y María Lozano.
ÁNGEL.- Lista de los AUROROS cantores, sacada de su página Web:
Desde 1920-1930. Gines Rivera Riquelme, el tío Niño, Antonio Rocamora (el tío Céntimo), el tío Antonio de la Blanca, Nazaria, Emilia, la tía Josefa Toíco, Consolación Sánchez, etc. A partir de 1940 se incorporan Josefica Blasco, María Lozano, María García, Josefa Mª Rocamora, Ana María (La Galla), José Riquelme (el Majo), Paz Rocamora, José Corté (El Perfúo), Josefa Lifante, Antonio Rubira, Francisca Ramírez (la Dotora), etc.
Eugenio.- El impulso dado por Pedro Cascales Mellado, nos acerca hasta los momentos actuales ,en que preside la Hermandad  el Hermano Mayor Bartolomé Rocamora Rivera, siendo hermanos cantores, salvo error u omisión involuntaria, las siguientes personas: Bartolomé Rocamora Rivera, Milagros Navarro Martínez, Catalina Sebastián Cutillas, Juan José Riquelme Rivera, Elena Riquelme Ramírez, María Riquelme Ramírez, Ana Riquelme Ramírez, Inmaculada Marco Ramírez, Teresa Ruiz Cutillas, Arantxa Están Cascales, Josefa Cascales Gaona, Asunción Cascales Gaona, Milagros Navarro Martínez, Teresa Riquelme Gaona, Vicente José Riquelme Cutillas, Carmen Riquelme Cutillas, Francisca Ramón Ruiz, Lorenzo Guardiola Lifante, Francisco Esteve, José Antonio Martínez Sebastián, Pilar Sánchez Muñoz, Ana Barragán Pérez, Concepción Rocamora, Rocío Rosa Sánchez y Encarnación Riquelme Rivera. Además de algunos fichajes de última hora, como Mª Ángeles Martínez, Carmen Palazón, Teresa Riquelme Rubira, etc.
Ángel.- Una pregunta: ¿Qué es eso de Hermanos de “tarja” y hermanos cantores? La respuesta es que los hermanos de “tarja” son los que pagan cuota, porque antes, que ahora no, los que cantaban no pagaban la cuota.
Los hermanos cantores presentes en el escenario se identifican. Tras la presentación se les pregunta ¿Por qué razón entraron a formar parte de Los Auroros?: Unos dicen que por tradición familiar, ya que sus antepasados lo eran, y otros dicen haberlo hecho por devoción a la Virgen y porque les gusta. El abuelo de Los Condes, el tío Ginés Rivera, fue presidente hasta su muerte. El Rojo manifiesta que entró porque una noche, no recuerda la fecha, iba un poco “entonao”, cogió la guitarra y se sumó a Los Auroros; y hasta ahora. Hay otros hermanos/as sentados entre el público, como Francisca J. Navarro, que hace las funciones de secretaria, y Encarnación la Maja, por citar a algunas.

INSTRUMENTOS QUE UTILIZAN. Proyección del instrumento y el que lo lleva lo muestra y lo hace sonar. Lo que dice al respecto su página Web: “Las voces de los hermanos cantores se acompañan instrumen­talmente como los platillos, el triángulo, la campana, la guitarra, la bandurria, el laúd, pandereta, etc., básicamente son instrumentos de cuerda y percusión

Habéis hecho varias grabaciones. ¿Dónde podrían conseguirse, por si alguien las quiere tener? Se han grabado dos discos y casetes, pero no se sabe si quedarán a la venta o se habrán agotado[1].
¿Cuántos sois ahora, en total? Esta noche muchos, pero cuando se sale a cantar por las calles algunos menos. La Hermandad tiene en total 317 hermanos.
¿Cuánto se paga de cuota? Tres euros al año.
¿Dónde va a parar el dinero de los hermanos? Se emplean en los gastos de las fiestas de La Virgen del Rosario, la Candelaria, las misas por los hermanos fallecidos, autobuses para los desplazamientos a otras poblaciones, etc.
Hace un tiempo (década de 1940) las mujeres iban por los bares pidiendo donativos para los Auroros y por el mercado vendiendo papeletas de rifas, concretamente para la adquisición de la imagen de La Virgen, y no eran muy bien recibidas que digamos, porque eso de entrar las mujeres a los bares estaba mal visto, lo cual fue una proeza digna de aquellas que lo hicieron, de las cuales sólo queda con vida Mª Joaquina Rivera, que ha cumplido ya los cien años.
¿Hay cánticos solicitados buscando la propina o queriéndola dar? Esta costumbre existió hasta hace pocos años, en que algún cofrade pedía que se le cantara una determinada letra y después daba algún donativo. Sobre esto hay un canto alusivo al tema, que no sabemos si es autóctona o copiada de otro lugar. Es el cántico nº 5, el cual interpretan:
“Campanillas tienes en tu puerta
a pedir una limosna, si la puedes dar,
para hacerle una ermita a la Virgen
que no tiene Templo en donde habitar”.
Eugenio.- Escuchando la letra de este canto y haciendo un pequeño análisis histórico, todo apunta a que puede ser copiada, que no autóctona, porque tanto en la primitiva parroquia de San Benito, como en la de San José, hubo y hay capilla de la Virgen del Rosario. La única ermita dedicada a la Virgen del Rosario en el término municipal de Abanilla, se erigió en Barinas, en el año 1885, y la sufragaron los vecinos de dicho lugar.

SÍMBOLOS: Se muestra en pantalla el actual estandarte de nuestra Sra. del Rosario y el antiguo, donde se aprecia a La Virgen dándole a Santo Domingo el Rosario[2]. Historia de nuestra Virgen del Rosario ¿Desde cuándo está? Dicen que la Virgen no es como era


 

Eugenio.- Observaciones sobre la autoría de la imagen de la Virgen del Rosario que hay en nuestra Parroquia: Cuando se redactó el libro de la historia de nuestra parroquia, se inspeccionó la imagen y no encontramos ninguna inscripción sobre su autoría. Con posterioridad se ha atribuido, presuntamente, su autoría al escultor valenciano José Capuz, realizada a principio de la década de 1940. Dado que por encargo de la Cofradía del Rosario, el escultor José Sánchez Lozano (del cual hay varias imágenes de vestir en nuestra parroquia), procedió a “re­cor­tarla” a la altura del busto, haciéndola “de vestir”, para que pesara menos, resulta más difícil la constatación de su autoría, pues no se dispone de ningún documento[3], al menos que yo sepa. Sabemos que Capuz realizó, entre otras, las si­guien­tes imágenes marianas, actualmente catalogadas: “La Piedad” y “la Soledad” de Cartagena, “la Piedad” de Cieza, “la Dolorosa” de Lorca, “la Asunción” de Elche y “la Virgen del Rosario” de Alhama de Murcia. A falta de elaborar el catálogo completo de las obras de este escultor, actualmente en proceso, este asunto queda a la espera de su investigación, aunque no se descarta que pudiera ser de algún otro es­cultor valenciano de su entorno. Considero, a título personal, que si real­mente es obra de Capuz, Sánchez Lozano no la hubiese recortado sin ha­berle consultado previamente, pues Capuz ya era catedrático desde mucho antes de 1940, de la Escuela de Bellas Artes de Madrid y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Proyección de las alforjas de la Hermandad de las Ánimas, que se sacaban el 26 de diciembre para recoger limosnas para esta Hermandad, cuya fundación data en nuestra parroquia desde el año 1727. Se le llamaba “la Inocentada” y tenemos expuesta una de ellas en esta silla.

¿Por qué la Virgen del Rosario también se saca para la festividad de La Candelaria? Según el informe de las Hermandades y Cofradías, de 1770, la Cofradía del Rosario se encargaba de las principales fiestas de la Virgen: la de su Asunción y la del Rosario; y los aniversarios por los cofrades difuntos en los días siguientes a estas festividades y a las de su Natividad y de la Encarnación. La fiesta de La Candelaria debió asumirla posteriormente[4].  

TEMPORADA DE LOS AUROROS EN ABANILLA.- Lo explican ellos y coincide con lo especificado en su página Web.

Con el desarrollo del año litúrgico los Auroros participan:

·        - El Domingo  de Gloria cantan por el municipio para celebrar la Resurrección de Nuestro Señor.
·        - Próximo a octubre celebran un novenario, previo a la festividad del Rosario.
·        -El Tercer domingo de octubre se celebra el encuentro regional de Auroros en Abanilla.
·        -El Día de Difuntos (2 de noviembre), los hermanos/as Auroros, se trasladan al cementerio para participar en la Santa Misa, por el sufragio de las almas de todos los hermanos fallecidos.
·        - Durante la Navidad participan, recorriendo algunas calles del pueblo,  cantando el  aguinaldo.
 ¿Cómo era antes una noche de Auroros; cuándo y dónde comenzáis a cantar; dónde lo hacíais; qué se cantaba en cada sitio?  Lo explican ellos y esto es lo que figura en su página Web:
En nuestro municipio, durante todo el año los hermanos/as cantores realizaban las despiertas, que se ejecutaban todos los últimos sábados del mes, iniciándose a las doce de la noche y finalizando a las siete de la mañana del domingo, participando en la primera misa de la mañana. Estas despiertas consistían en realizar un recorrido por el municipio, con los farolillos para facilitar la luz necesaria para caminar por sus calles; trasladándose de puerta en puerta de las casas de los hermanos de tarja para cantarles. Esta despierta era el inicio de la llamada para participar en la celebración de la Santa Misa. En  cada uno de los cantos se nombraba al Santo, que guarda relación con el nombre del hermano que habita en dicha casa. Con el paso del tiempo la tradición, en cuanto a recorrido, se ha tenido que modificar. Las salidas de los Auroros se han reducido; los cantos se realizan en las esquinas de las calles donde residen los hermanos de tarja. 

Interpretan el cántico nº 18

“San Francisco se perdió una tarde

y sus hijos llorando lo van a buscar

lo encontraron en el Paraíso

cogiendo las rosas del Santo Rosal”.

Ángel.- ¿Alguien sabe si se han hecho versiones humo­rís­ticas de las letras de los cantos de Los Auroros?”
Eugenio.- No es frecuente satirizar las letras de los cantos de tipo religioso y por más que he indagado sólo he encon­tra­do indicios sobre la letra que han cantado. Dice así:
“Juan, Francisco, Antonio, Pepe, etc. (según convenga), se perdió una tarde
y sus hijos llorando lo van a buscar,
lo encontraron en el café La Parra
harto a anís y coñac”.

Por la letra se deduce que debió ser hecha en la década de 1940-50, al mencionar el café La Parra, que estuvo emplazado en la C/ San José, jun­to a la óptica (casa de Prudenciana), donde está la hornacina con dicho santo, posiblemen­te la imagen más antigua que hay en este pueblo.

José Luis Cutillas Rivera, en lo refe­ren­te a esta letra de San Francisco nos cuenta cómo lo pasa­ba en la cambra de su casa, viendo el cuadro de este santo al oír a los Auroros. El oír este canto le emociona, porque le traslada a su infancia, 6-7 años. Sentía como una sensación de respeto que le infundía temor. Su padre se llamaba Paco y, por eso, tenían el cuadro de San Francisco, con su hábito, su capucha, etc.  

ACTIVIDADES fuera de Abanilla: Lo explican ellos. Reproducimos lo que pone en su página Web:

“Fuera del municipio: La participación de los hermanos cantores en los encuentros regionales es la siguiente:
·        - Último domingo de septiembre en Alcantarilla.
·        - Primer domingo de octubre en Santa Cruz.
·        - Segundo domingo, en Javalí Viejo.
·        - Cuarto domingo, en Javalí Nuevo.
·        - En fecha próxima a la celebración de la Purísima se trasladan a la Copa de Bullas.
·        - El sábado anterior a Nochebuena participan en la despierta y misa de Gallo en la ciudad de Murcia, en San Nicolás, aquí los cantos propios de la aurora se entremezclan con los cantos de los villancicos huertanos y cantos de aguinaldos”.
Eugenio hace la siguiente observación sobre la patrona de Alcantarilla: También hubo una ermita del siglo XVI en Los Baños de Fortuna, dentro del término municipal de Abanilla, muy cerca del primitivo balneario romano, actualmente en excavación arqueológica, quizá la primera dedicada a La Virgen, en su advocación de “La Salud”. Vosotros que vais a Alcantarilla, cuya patrona es la Virgen de la Salud, podéis observar que dicha imagen es muy similar a la del Rosario.
Se proyectan las fotos de los Auroros en distintas poblaciones y se hacen los comentarios oportunos.
Fotografía del 02-11-1923.- Comentario a la fotografía. Se hizo después de cantar el día de difuntos en el cemen­te­rio del Batalás. De izquierda a derecha son: Emilia, Miguel y Cipriana Carrión Tenza. La que está sentada es Francisca Tenza Salar, la abuela de Santiago, que tenía 96 años y no podía andar.

CANTOS DE DIFUNTOS. (Tres estrofas)
Sal a la puerta y veras
a esto de la media noche;
son las ánimas benditas
que han venido a visitarte,
que han venido a visitarte
las ánimas benditas.
Ruégale a Dios que las saque
de las penas infinitas.

En tu puerta están las almas
y te piden con fervor,
una bendita limosna
por la Pasión del Señor,
por la Pasión del Señor,
a las ánimas benditas.
Ruégale a Dios que las saque
de las penas infinitas.

Sal a la puerta y verás
el soberano estandarte;
son las ánimas benditas
que han venido a visitarte,
que han venido a visitarte
las ánimas benditas.
Ruégale a Dios que las saque
de las penas infinitas.
VILLANCICOS. Dicen que el villancico de los Auroros es original y único de Abanilla y en cuanto a sus letras Eugenio puntualiza lo siguiente: Los villancicos, en general, suelen tener letras muy anacrónicas, pues aquello de que los peces beben en el río no puede ser de Belén, claro está. Pero no voy yo por esas aguas, ni por las del Chícamo, que aun­que algunos no se lo creen, sí que hay peces, al menos desde el si­glo XVIII, según se deduce de documentos fidedignos, y la consejería de Medio Ambiente los tiene catalogados y pro­tegidos. Mi comentario va de la si­guiente guisa; Después de cantar los vi­llan­­cicos, los Auroros solían ser invitados en alguna casa a tomar dulces caseros, con anís, coñac o mistela. Dichos dulces, llamados aquí “fruta de ma­­sa”, se compo­nían de pastas, algunas magdalenas, mantecados y, rara vez, algún que otro almendrado que andaba huérfano por los platos. Por edu­­ca­ción y norma de urbanidad en la mesa, ninguno se atrevía a lanzarse el primero por el referido “cordial” (almendrado) y se co­menzaba por las pastas. Sucedió que un guitarrista, cuyo nombre omito, se atrevió a saltarse el protocolo gastronómico y, por aquello de que la ocasión la pintan calva, arremetió contra el huérfano. In­mediatamente fue fu­silado con las miradas del resto de los comen­sales que, cuando salie­ron del ágape, lo acosaron de advertencias y reprimendas por su com­­­­por­tamiento, aunque en el fondo del asunto lo fuera por pura en­vi­dia a la osadía de su atrevimiento. Para las sucesivas ocasiones cam­­bió de actitud y cuando ya estaba satisfecho de dulces de menor categoría, con mucho tiento, si todavía quedaba al­guno de los referi­dos huérfanos, decía: “Con permiso” y, dulcemen­te, se zampaba el almendrado.
Santiago Carrión Tenza, El Triguero, canta un villancico de antaño:
A Belén camina la Virgen María
y por compaña lleva a San José de guía,
compaña tan grande no la ha de encontrar,
antes de las doce a Belén llegar.

Siguen caminando desde que encontraron
a unos pastorcillos y le preguntaron
si para Belén falta mucho que anda,
para antes de las doce a Belén llegar.

Siguen caminando hasta que llegaron
a una posada y allí se acercaron.
Le dice María, traquéa José,
a ver si hay posada para una mujer.

Sale el posadero por una ventana:
¿Quién traquéa en mi puerta?
Una mujer embarazada.
¡Váyase de mi puerta, que no doy posada
y menos a estas horas a una mujer mundana!

Siguen caminado hasta que encontraron
un triste pesebre y allí se acercaron.
Le dice María: acuéstate José,
que cuando sea la hora yo te llamaré.

A la media noche, cuando comprendió
que el Verbo Divino daba el resplandor,
le dice María, levanta José
que el Verbo Divino ya quiere nacer.

José se levanta muy afligidito,
de ver que no tiene ningún pañalito.
Le dice María: No llores José,
que con mi pobre toca yo lo envolveré.

Allí fue adorado por Ángeles y pastores,
y los tres Reyes Magos le ofrecieron dones.
Allí fue adorado con mucho fervor,
hasta que supieron que era nuestro Dios.

ÁNGEL.- Estos cantos hay que recuperarlos y cantarlos. Recuerdo las misas de gozo, aquellas que eran a las 6 de la mañana, los días de antes de la Navidad. Pero esas no tenían nada que ver con los villancicos de los Auroros. Recuerdo que algunos monaguillos nos íbamos a la almazara que había en la calle de Atienza, a calentarnos, o al taller de cofines de Ginés Comino, y tenía que ir el cura a buscarnos y nos traía a “cañazos”.

Estos villancicos se tienen que cantar en la iglesia ¿Qué pasa para que no se canten? El año pasado no se cantaron porque no hubo nadie que lo organizara. Se cantan cuando alguien lo organiza.

CANTAN LOS AUROROS cinco estrofas del Villancico de Abanilla. Solista: José Marco, que no le hace falta micrófono, por su potente voz.

Esta noche nace el Niño,
unos dicen que no nace,
estas son las ceremonias
que todos los años se hacen.
Que todos los años se hacen,
¡Oh que Niño tan hermoso!
que a todos causa alegría
su nacimiento glorioso.

Nuestra iglesia de Abanilla
la preside San José
y tiene un Niño en sus brazos
que ha nacido en Belén.
Que ha nacido en Belén
¡Oh que Niño tan hermoso!
que a todos causa alegría
su nacimiento glorioso

Los Auroros de Abanilla
con alegría y cariño,
con nuestra penalidad
venimos a cantarle al Niño.
Venimos a cantarle al Niño
¡Oh que Niño tan hermoso!
que a todos causa alegría
su nacimiento glorioso.

San José era carpintero
y la Virgen costurera
y el Niño lleva la Cruz
porque ha de morir en ella.
Por que ha de morir en ella
¡Oh que Niño más hermoso!
que a todos causa alegría
su nacimiento glorioso.

En el portal de Belén
hay una piedra redonda
donde puso Dios los pies
para subir a la Gloria.
Para subir a la Gloria
¡Oh que Niño más hermoso!
que a todos causa alegría
su nacimiento glorioso.
 ANECDOTARIO.- (Ángel) ¿Alguna vez habéis acabado como el Rosario de la Aurora? Hay varias ver­siones sobre esta frase. La mayoría coinciden en que ocurrió en un pueblo de Cádiz. Allí existía una cofradía llamada Rosa­rio de la Auro­ra, cuyos miembros, al romper la aurora, salían en pro­ce­­sión por las ca­lles, para cantar el rosario. Por aquél entonces abun­daban los ca­mo­­­­rris­tas, los cuales a esas horas solían hacer de las su­yas. Un día, ca­mo­rris­tas y cofrades se enzarzaron en una ruido­sa pe­lea en la que, por lo visto, los farolazos propinados por los co­fra­des jugaron un pa­pel fun­da­mental. Desde entonces, decir eso de que han acabado como el ro­sa­rio de la aurora se ha extendido a otros actos y reunio­nes con fina­les agitados que nada tienen que ver con el rezo del san­to rosario.
¿Cómo acabáis el Rosario de la Aurora: Con un “adiós muy buenas y hasta la próxima” o con alguna copita, chocolate y pastas…?
La respuesta es que algunas veces sí, pero no todas.
Un cabo de la Guardia Civil, recién llegado y con desconocimiento de causa, casi os mete en la cárcel por escándalo nocturno ¿Qué pasó?
Simplemente que este agente del orden desconocía las costumbres abanilleras y metió la pata, pues tras darle las explicaciones convenientes seguimos cantando.
Otro año en Murcia (San Nicolás) pedisteis agua ¿Cómo fue eso?
Que allí cada grupo pedía una cosa y nosotros vimos por conveniente pedir agua, porque era un año de sequía, agua para regar la huerta, para el pueblo, -agua para todos- que falta nos hace.
En Santa Cruz es donde más grupos de Auroros se juntan ¿Qué pasa allí?
Que por su situación acuden muchos grupos, tanto de nuestra Región como de los pueblos limítrofes de la Vega Baja.
En los grupos de fuera la mayoría son hombres excepto en el nuestro, que cuando os ven llegar suelen decir: “Ya están aquí las mujeres de Abanilla”.
Sí, eso dicen y, también “La Sección Femenina”
Hasta hace pocos años era costumbre el que todos los participantes de los Auroros fueran mujeres. ¿En qué año empezaron a formar parte los hombres? ¿Quienes fueron los primeros valientes?
En los años de 1940 y sucesivos sí iban hombres, pero tocando los instrumentos; las que cantaban eran las mujeres. Ahora también cantan los hombres y viceversa.
¿Cómo fue aquello que le arrojaron aguas menores a los Auroros? La película de aquel suceso se podría titular: “La mea­da de un noctámbulo al cantar los Auroros en su puerta”. Y lo que son las cosas, ese muchacho unos años después participó tocando la guitarra.
A este suceso le viene al pelo el Cántico Nº 37.
“Un devoto por ir al rosario
por una ventana se quiso arrojar
y la Aurora María le dice:
Detente, devoto, y por la puerta sal”.
¿Cómo fue aquello de que unos jóvenes con guitarras salieron cantando por la calle “La Inter­na­cional”, haciéndole la competencia a los Auroros[5]?
A este otro suceso le encaja el Cántico Nº 26.
“Zapatero que estás remendando
de día y de noche a la luz del candil
el demonio que es tan maligno
le ha pegado un soplo y te manda a dormir”.
¿Qué fue aquello de otro que les tiró un zapato a Los Auroros, porque lo despertaron y tenía que madrugar?
A este le viene bien el Cántico Nº 33.
“Cuatro frailes de Santo Domingo
iban predicando por un callejón
el demonio como es tan maligno
le ha tirado un canto, le ha roto el farol”.
¿Alguien se acuerda de un conocido vecino de la calle Mayor, que salió por la ventana y dijo: “¡Dejarse de cantucios mujeres, que está el tío Esteban malo!”? Eugenio, que vivía por aquel barrio, dice que lo de tirar el zapato también fue en la calle Mayor. Lo del tío Esteban es que el vecino que lo dijo también tenía que madrugar.
Juan José El Conde nos cuenta los recuerdos de su abuelo Ginés sobre los Auroros y la cofradía de la Virgen del Rosario:
Su abuelo Ginés Rivera era el hermano mayor antes de la guerra y lo siguió siendo después, hasta su muerte. Le siguió en el cargo Josefica Blasco, a quien le dio todos los papeles y lo que la Hermandad tenía[6]. 
¿Qué pasa con los “encandilaos”, que siguen tocando tras haber finalizado el canto? Dice Juan José que es normal que uno se encandile ante la belleza femenina que pasa por delante, pero…pregunta ¿quién le ha contado eso? Y Ángel le responde: Como decía nuestro maestro don Pedro Cascales, “un pajarico me ha dicho…”
Eugenio hace la siguiente observación sobre las letras de los cantos de nuestros Auroros: Repasando las letras de los cantos de nuestros Auroros, cogidas a vuela pluma, no soy el primero en detectar ciertas deformaciones lingüísticas y de­ter­minados anacronismos, propios de la transmisión oral y del tro­vo im­provisado, al igual que sucede en otros ámbitos de la cultura popular. Considero que con la ayuda de algún especialista en la ma­te­ria se debería proceder a su rectificación, al menos para cuando sea necesario imprimirlo o publicarlo, pues corregir es de sabios y lo con­tra­rio pedantería. Que no se malinterprete esto como un reproche, si­no todo lo contrario, pues gracias a la cultura del pueblo llano y sen­ci­llo, que ora y labora (como decía San Benito), trasmitida oralmente, todo este legado ha lle­ga­do hasta nosotros, con sus virtudes y defectos. Recuerdo que al­guien tan eminente como don Ramón Menéndez Pidal, basó sus in­ves­tigaciones en el romancero popular, para realizar uno de sus tra­ba­jos más importantes: El Cantar del Mío Cid.
ÁNGEL cuenta un breve chiste del parecido del NODO con el Cantar del Mío Cid: Que el Cantar del Mío Cid, como dijo uno, lo recopiló un tal “Per Abbat” y la sintonía del NODO era: Perabat, perabat, perabat, perabat, perabat, pa, pa…pa….[7]
EUGENIO.- Para aclarar lo que he referido antes, de que algunas letras de Los Auroros tienen anacronismos, voy a citar los siguientes:
¡OH maldita piedad de Pilatos!,
tú fuiste la causa de la negación,
tú le hiciste jurar a San Pedro
y en aquel momento el gallo cantó.
Pues según el Evangelio de San Mateo, quien le hizo jurar a San Pedro fue la criada del Sumo Sacerdote pero, vulgarmente, la culpa de todo se la echamos “al jodío de Poncio Pelotas”. Y otra letra dice lo siguiente:
“Allá arriba, en el monte “Olivete”,
mucha sangre viva Jesús derramó.
Presenciaron la muerte de Cristo
cuatro golondrinas y un ruiseñor”.
Lo del monte “Olivete” considero que puede ser una deformación lingüística del monte de los Olivos, o lo que se conoce como una licencia poética porque, topográficamente, Jesucristo fue crucificado en el monte Calvario, o lugar de la calavera, y sudó sangre en la vigilia de la oración en el huerto de Getsemaní, situado al pie del monte de Los Olivos.
En el villancico que se ha cantado anteriormente también hay otro anacronismo, cuando dice:
En el portal de Belén
hay una piedra redonda,
donde Cristo puso el pie
para subir a la Gloria.
Evidentemente que los Evangelios no dicen que Jesucristo subió a la Gloria en Belén, sino que nació allí.
ÁNGEL.- Efectivamente, estos anacronismos vienen a confirmar que estas letras proceden del pueblo llano y sencillo, que no entiende, como vulgarmente se dice, de “leyes de caballería” y que, por lo general, no lee los Evangelios, sino que los oye.
¿Alguien de los presentes sabe de alguna persona de Abanilla, que compusiera o adaptara letras de los cantos de los Auroros?
Purita Cascales hace referencia a que su padre, don Pedro Cascales Mellado, que fue maestro de la Escuela Parroquial, estuvo algún tiempo, hasta que se quedó ciego, participando con los Auroros. Pero él, que componía letras para las comparsas de carnaval, en lo referente a estos cantos lo que solía hacer era adaptar letras y combinarlas para que rimaran, sin tener en cuenta más que eso, la rima y, por ello, se producen los anacronismos.
Arantxa, su nieta, dice que ella lo acompañaba a todos sitios cuando se quedó ciego y que recuerda que su labor principal fue la de recopilar y ordenar los cantos. Fue como el eslabón perdido entre los Auroros antiguos y los de ahora.
Ángel hace un llamamiento para que se mantenga viva esta tradición entre todos ¿Qué les diríais o cómo convenceríais al personal para que se uniera al grupo? El hermano mayor, El Rojo, con sus palabras trata de trasmitir sus sentimientos, en el sentido de querer hacer partícipes a los demás.
Tenemos aquí al Cura (don Juan Matías) ¿Qué le parecen los actos como este? Que hay que cuidarlos y promocionarlos, para recopilar la historia, para ir pasando el testigo, dejándolo por escrito para que siga la tradición. Y sobre los villancicos, pues que habrá que organizarlo para que no se pierdan las costumbres. Yo me encargo de decir las misas y lo demás ahí está Arantxa y los Auroros.
Eugenio.- Vamos a concluir esta charla con el canto nº 1, que es un canto histórico, cuya letra dice así:  
“¡OH dichosa Virgen del Rosario!
que de España eres patrona Real,
que te trajo don Alfonso El Sabio
con sus estandartes para conquistar;
te dejó colocada en el Trono
donde hoy se venera tu Real Majestad”.
Sobre la letra de este canto con el que concluimos esta charla coloquio, quiero hacer la siguiente puntualización: La historia documentada refiere que El rey Sabio llevaba en sus campañas una imagen pequeña de la Virgen, en un caballo, a la cual acompañaban algunos frailes que durante las batallas imploraban el auxilio Divino[8]. La Virgen de la Arrixaca fue una de ellas. En sus famosas cánticas se dirige a Santa Maria, para rogar su intercesión o darle las gracias. La Virgen del Rosario fue patrona de la Armada de Castilla desde el último tercio del siglo XV, hasta 1901, en que se sustituyó por la Virgen del Carmen, pero esa es otra historia. En la batalla de Lepanto su estandarte ondeaba en la nave capitana de don Juan de Austria y todos los barcos llevaban una pequeña imagen en una hornacina, a proa. La festividad del Rosario se instituyó el 7 de octubre de 1571, con motivo del día del triunfo en Lepanto y a partir de esta fecha también se le llamó La Virgen de la Victoria. El dominico Santo Domingo de Guzmán era primo del duque de Medina Sidonia, que fue capitán general de la Armada, lo que contribuyó a promover dicho patronazgo.
ÁNGEL.- Acabamos con el cántico nº 1 de los Auroros de Abanilla. La letra la tienen ustedes. Pero antes volver a agradecer a todos los que nos han ayudado a que este acto sea posible, a todos ustedes por venir a esta sesión de “Las Cosicas de Abanilla” y, sobre todo, a nuestros Auroros por su testimonio y el de ustedes, que “saben más que los ratones coloraos”, que es fundamental para que esto siga adelante. Para todos, ellos y ustedes, pedimos un aplauso.
Se concluye esta charla coloquio cantando los Auroros y el público el canto nº 1.







ANEXO.- Letras recuperadas a posteriori, procedentes de los apuntes de los antepasados de Santiago el Triguero:

A las Ánimas Benditas
Cuando no tengas que hacer
te vas al Campo Santo,
te sientas en un caballón[9]
y le rezas a Todos los Santos.
A las         Ánimas benditas
ruégale a Dios que las saque
de las penas infinitas.

A Santa Lucía
Santa Lucía bendita,
madre de los desamparados,
que me conserve la vista
ya que a ti te la quitaron.
Esa perla tan bonita
del Cielo baja las llaves,
de la luna el resplandor
como soberana madre

A la Virgen del Carmen
Los tres clavos del Señor
lleva la Virgen del Carmen
encima de su corona.
Tres águilas imperiales:
El Santo Padre de Roma,
el Obispo y los cardenales.
____________________________________________________________



[1] La posible primera grabación en casete que se hizo de los Auroros, con el aparato escondido tras una ventana, porque se intentó que lo grabaran en directo y les daba vergüenza a las cantoras, fue por los años finales de la década de 1960. La realizó E. Marco y sentimos no poder oírla porque anda extraviada. Fue aquella época donde nosotros grabamos programas caseros de radio, como “Los hijos no se comen” de Guillermo Somier Camaseca…

[2] Santo Domingo fue el propagador de la devoción del rezo de Santo Rosario, que tiene mucha semejanza con los rezos hindúes, consistentes en repetir una plegaria un determinado número de veces consecutivas.
[3] Según las inspecciones oculares realizadas hasta la fecha, todo apunta a que es una imagen de escayola, posiblemente de la misma procedencia que la que hay en La Matanza.
[4]Esta fiesta de las luces (candelas), de origen romano, fue cristianizada por el papa Sergio I, en el siglo VII, cambiando la intencionalidad de las mismas, dedicándola a la Purificación de la Madre de Dios.  
[5] No quedó claro de qué Internacional se trataba, si de la que suelen cantar todos aquellos que llevan dos copas de más, ¡Desde Santurce a Bilbao!, o  la otra.
[6] Según se deduce de las indagaciones efectuadas, Antón Rocamora (el tío Céntimo, abuelo de Paca la de Quino), fue presidente o hermano mayor de los Auroros en el primer tercio del siglo XX, más menos. Ginés Rivera Riquelme (abuelo de los Condes), ya ocupaba ese cargo antes de 1936, que después se lo pasó a Josefica Blasco. Ginés el Conde le ayudó a Josefica, sobretodo en las procesiones de la Virgen. Tras la muerte de Josefica, Pedro Cascales Mellado se hizo cargo del asunto, pero al quedarse ciego fue cuando Bartolomé Rocamora (el Rojo), le siguió. Según Nicolás Cascales, que estuvo colaborando con su primo Pedro, fue entonces cuando compraron un libro de actas y apuntaron algunas cosas. Se desconoce si desde 1940 ha existido libro de actas, porque los anteriores libros de las hermandades y cofradías fueran quemados, a excepción de algunos que andaban en manos de particulares, que no en el Archivo Parroquial, y se salvaron, aunque ahora andan en ignorado paradero. Todo apunta a que los nombramientos de los presidentes o hermanos mayores se viene haciendo de una forma “oficiosa”, recayendo el cargo, por lo general, en la persona de mayor edad, que muestra interés por ejercerlo y lo desarrolla.   
[7] Lo de “Perabal” viene de otro chiste, pues al preguntarle el profesor a un alumno despistado ¿quien recopiló el Cantar del Mío Cid?, como dudaba, un compañero le susurró por detrás: Menéndez Pidal. Como no lo entendió bien soltó lo de “Perabal”
[8] Don Alfonso discutió con sus capitanes porque estos le echaban en cara que los frailes consumían provisiones y a la hora de la batalla no servían para nada. El Rey Sabio les dijo: mientras nosotros luchamos ellos piden a Dios por la victoria. 
[9] Se refiere a las antiguas tumbas en tierra, terminadas en forma de caballón, con una cruz en la cabecera.